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Balotaje en segunda vuelta peruana: entre la ruta hacia la izquierda o la derecha.

Análisis sobre los partidos en carrera y sus alianzas.

Publicado: 2016-05-07

- Libertaire Limeño

Quizá equivocamos nuestra percepción de la política peruana coyuntural cuando, en primera vuelta electoral, fallamos en diferenciar los espectros de izquierda y derecha así como quién pertenece a cada espectro. La segunda vuelta ocurre lo mismo.

La primera vuelta ha sido, en resumen, no solo un choque entre izquierda y derecha sino un choque diverso de posiciones políticas más o menos afines, reforzadoras del continuismo político y sumamente ausentes de un auténtico cambio político liberal. Sin embargo estas fuerzas políticas se les puede reducir o esencializar en dos frentes antagónicos: uno defensor o continuador del modelo económico "Economía Social de Mercado" (ESM) de la Constitución de 1993 que encabezaba Keiko Fujimori (Fuerza Popular), Alan García y Lourdes Flores (alianza PAP-PPC), Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio), Nano Guerra (Solidaridad Nacional), Antero Florez Araoz (Orden), frente a los que rechazaban rotunda o veladamente el modelo, conformados por Gregorio Santos (Democracia Directa), Barnechea (Acción Popular), Yehude Simon (Partido Humanista) y sobretodo Veronika Mendoza (Frente Amplio), siendo ésta última la "outsider" que estaba a punto de alcanzar la tan ansiada segunda vuelta. Veronika Mendoza constituía un peligro político inminente sin parangón para el país en ese momento por ser poseedora de una velada faz de socialdemocracia que en fondo y raíz tenía al socialismo comunista más rancio como su consigna, muy similar al chavismo que impera tiránicamente en Venezuela. Sin embargo, finalizada una acalorada primera vuelta que tuvo una serie de puyasos, golpes bajos, exclusiones, desprestigio de entes electorales, insultos "oliveristas", entre otros traspiés, el Perú decidió y no escogió al frente anti-modelo el cual representaba Veronika Mendoza sino al frente pro-modelo, respetuoso de la ESM, que por una leve diferencia de votos Verónika Mendoza no alcanzó -gracias a Dios- la segunda vuelta.

Bajo un nuevo escenario, las cosas han cambiado luego del 10 de abril, colocando a Keiko Fujimori y PPK en segunda vuelta. Post-primera vuelta, el periodista Aldo Mariátegui en su columna de Perú21 contra el caricaturista Carlín erró al decir que "dos partidos de derecha pasaron a segunda vuelta": no hay nada más erróneo que eso. Keiko Fujimori con Fuerza Popular hasta ahora han demostrado ser una derecha conservadora que últimamente busca alianzas con el cristianismo evangélico, abogando más por temas de seguridad que por temas económicos, por mayor Estado del Bienestar -tal como su padre Alberto Fujimori aplicaba en la praxis (gasto)- que por el desarrollo hacia una economía de primer mundo (libre mercado capitalista), lo que confirma su postura derechista. Su única diferencia resaltante es la alianza con el economista liberal Hernando de Soto que posiblemente origine un cambio pro-mercado.

Sin embargo, y en oposición, PPK sin duda alguna se ha colocado como la opción izquierdista (no nos es raro del autodenominado "socialista" -entrevista a la revista Caretas). Esto se basa en el hecho que no solamente PPK, por medio de su segunda al mando Mercedes Araoz, ha definido similitudes de su plan de gobierno con los planes políticos de la izquierda, específicamente en derechos sociales sino porque tiene políticas económicas e institucionales de corte keynesiano, dirigido a la ingeniería social, hacia un mayor gasto estatal -ver columna de El Comercio por Federico Salazar "el déficit no es plastilina"-, política de subsidios y a desarrollar un fuerte mercantilismo interno y externo (la gestora de los lobbies), métodos nulamente liberales e indeseables para un país que quiere ser moderno. Aunque su equipo de gobierno es una integración "frankensteiniana" de fuerzas disímiles y personalistas que no poseen principio político afín, que anteponen el fin de cada uno para alcanzar el poder a beneficio propio antes que apelar a los principios, que proceden de una diversa gama de tendencias políticas, este equipo junto con PPK y Peruanos Por el Kambio son esencialmente la opción socioliberal (progresismo, izquierda). Reafirma esta postura izquierdista sus alianzas en segunda vuelta electoral con los exponentes de la izquierda en el Perú: desde el impresentable centro-izquierdista Alejandro Toledo (el que redujo la pena de cárcel a todos los terroristas marxistas que el próximo año saldrán de prisión), el intransigente nacionalista de izquierda Daniel Urresti (que no solucionó el problema en el VRAEM y vendió una imagen falsa de él mismo), el inmoral y ampliamente comprobado plagiador Cesar Acuña que vendría a ser la versión en miniatura de PPK, la izquierdista Susana Villarán (siendo de las peores políticas que pudo concebir nuestra historia republicana, revocada por su inoperancia y desidia), el izquierdista Yehude Simon, una indefinida Anel Towsend Diez Canseco, y para colocar la cereza en el pastel de esa magna alianza de izquierdas, un escritor progresista afamado en el extranjero pero repudiado en el Perú -justificadamente- Mario Vargas Llosa. Ha pasado casi un mes de la primera vuelta que incluyen conflictos internos de partidarios como externos entre ambos partidos (Frente Popular y Peruanos por el Kambio) y las alianzas políticas parecen no tener fin, así como nuevas sorpresas nos esperan.

En síntesis: esta contienda no es de derechas, es entre una derecha conservadora (Keiko) frente a una izquierda socioliberal (PPK), es que además macrosociológicamente es una contienda entre el fujimorismo y el anti-fujimorismo (porque no podemos negar el hecho que PPK refuerza el pensamiento anti-fujimorista aunque niegue la llamada "guerra sucia").

Al finalizar el análisis, las conclusiones que podemos sacar al respecto por medio de preguntas sin responder serían las siguientes: si PPK y su partido ha formado alianzas con la izquierda peruana ¿nos vemos "ad portas" de un progresivo ingreso y fortalecimiento de la izquierda más peligrosa y falaz al gobierno, esa izquierda que siempre va a querer más Estado y más sumisión del hombre hacia él? ¿qué intereses habrán bajo la mesa ante esas alianzas? ¿Veronika Mendoza, siendo el más retrógrado exponente de la izquierda, logrará aliarse con PPK para finalizar su neutralidad apasible al ver que sus camaradas Susana Villarán y Nadine Heredia han dado su apoyo a PPK? Finalmente, si el antifujimorismo puede más -está dentro de lo posible contrariamente a la excesiva confianza fujimorista- ¿será un paso para cambiar ésta Constitución que, aunque no es perfecta para nosotros los liberales, es la que ha sacado a ciencia cierta de la pobreza al país y nos ha llevado a la estabilidad y al crecimiento nacional? Personalmente no veo nada bueno en la izquierda, siempre en la historia del Perú la izquierda ha ocasionado las peores consecuencias, PPK no podría estar alejado de ello especialmente con esas alianzas poco éticas. A pesar de todo ello, aún nos espera un largo mes entre el choque de ambos espectros: la derecha conservadora y la izquierda socioliberal, donde el 5 de junio se definirá qué ruta ganará. 

*Nota: se suele indicar que las elecciones son diferentes al gobierno una vez adentro, sin embargo no hay tal dicotomía: las propuestas y los fines políticos poseen el mismo nexo.


Escrito por

Libertaire Limeño

Liberal Republicano, pro-capitalista y seguidor de la filosofía objetivista. Anti-marxista. Solo hay una vía: libertad.


Publicado en

Casa de Naipes

Ensayos y críticas sobre economía, política, filosofía, música, cine, espectáculos entre otros temas. Me reservo el derecho a réplica.