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Derechos Individuales: una contradicción heredada.

¿cuales son verdaderos derechos y cuales son falsos derechos?

Publicado: 2015-05-01

Desde la Era de la Razón ha surgido dos métodos filosófico-políticos que han formado un identificable antagonismo en cuanto a la concepción de la libertad del hombre: la libertad individual del hombre frente a la libertad igualitaria del hombre, esto es, liberalismo clásico frente al liberalismo igualitario.

Los antecedentes de la concepción de libertad y su ejercicio comienzan en dos grandes momentos trascendentales de la historia del hombre:

1. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América de 1776: influido por la democracia liberal de la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterrra, el liberalismo político de John Locke (1632-1704) así como el liberalismo escocés, mantuvieron al hombre como un ser libre donde el Estado solo es garante de libertades individuales. Su ratificación fué por medio de la Constitución de los Estados Unidos en 1787.

2. La Revolución Francesa de 1789 y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: influido también por la Revolución Gloriosa de 1688 pero con bases políticas del iluminismo francés: Rousseau, Montesquieu, Voltaire, Kant. 

Tanto como la Declaración de la Independencia de USA y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se formaron en la era del iluminismo, ambas como rechazo a la monarquía y el misticismo (el monarca como representante de Dios en la tierra para regir a los hombres) y el retorno del gobierno al hombre (el gobierno como autoridad formada por la razón de los hombres), formando un Estado político con división de poderes en cada contexto. 

Sin embargo en el caso de la Revolución Francesa el proceso liberal fué intempestivo, belicista y altamente reaccionario que motivó a generar una fuerte presencia estatal y social en la vida de los hombres: el Estado Francés, a diferencia de las bases liberales del liberalismo clásico y el constitucionalismo de los Estados Unidos, promovió que se intercambie el absolutismo monárquico al absolutismo estatal donde el hombre es regido por otros hombres con fines igualitaristas. Las consecuencias directas devino al racionalismo anticapitalista: no solo la revolución francesa estalló debido a la absolutismo monárquico sino el fin era ponerle freno al falso empobrecimiento de las masas en Francia, no específicamente por la monarquía sino por la Revolución Industrial desde mitad de siglo XVIII hasta la mitad del siglo XIX. Se tiene constancia histórica que la Monarquía francesa tenía políticas de derroche (el mito de la revolución por la opulencia absolutista a costa de la sociedad) pero la actividad económica del país estaba en constante progresión económica que no era necesario llevar la revolución hacia el control económico de la nación sino puramente hacia libertades políticas y establecimiento institucional liberal.

La exacerbación nacionalista en Francia (recordemos la Marsellesa como un himno a la masacre y al sacrificio), los métodos intervencionistas de la economía francesa, el Estado de Bienestar francés en base a políticas socialistas de su época, el racionalismo ético y político así como la entronización del Estado en la vida de los hombres dió como resultado el creciente poder del Estado pervirtiendo la Constitución y generando grandes asesinos: Robespierre con la era del Terror (intervencionismo total a la economía y en la vida de los hombres) y Napoleón (expansionismo y militarismo).

El Estado moderno proviene de la Francia revolucionaria, políticamente son los anti-valores que heredaron las demás naciones en la actualidad y que se siguen poniendo en práctica hasta hoy: Estado omnipotente, intervencionismo económico, pleitesía exacerbada al Estado, la concepción del "bien social" benthamiano donde ricos y clase media debía agenciar económicamente a las clases "desfavorecidas" coactivamente, entre otros, donde la igualdad entre los hombres ante la ley se decantó en igualitarismos o "derechos colectivizados". Los resultados posteriores a la Revolución francesa y comienzos de la Primera Guerra Mundial degeneraron no solo una escisión entre libertades individuales y libertades igualitarias sino el advenimiento de procesos socialistas donde Karl Marx estimula intelectualmente el creciente poder del Estado sobre los hombres (Socialismos) así como la progresiva enajenación a los principios morales de toda Constitución. El climax de este proceso son las dos guerras mundiales en donde Murray Rothbard en su gran libro "La Primera Guerra Mundial como consumación del poder de los intelectuales" hace una crítica certera al igualitarismo social y estatal a comienzos de siglo XX. 

Rothbard sobre los Intelectuales
http://www.miseshispano.org/2013/02/la-primera-guerra-mundial-como-consumacion-el-poder-y-los-intelectuales/

Desde la Francia Revolucionaria hasta el día de hoy el Estado
moderno ha manipulado los derechos del hombre a favor de las mayorías o favor de los intereses de grupo. La intervención paulatina de métodos socialistas, injerencia política de grupos activistas así como la entronización del Estado (el Estado por encima de los hombres y de la misma Constitución) ha dado como resultado nuevos derechos constitucionales con fines como el "bien común" benthamiano (la mayor felicidad para las mayorías") o el "bienestar general" ("bienestar" como el político del momento ha concebido como lo mejor para la sociedad, es decir, subjetivismo político) generando así "derechos de segunda generación". Sea mediante Asambleas Constituyentes o bajo el poder del dictador, cada Constitución ha sido manipulada en dos siglos al antojo del grupo regente para cumplir el capricho de intereses colectivos prescindiendo del individuo. Los derechos de primera generación desde su concepción en la Carta Magna de los Estados Unidos en 1787 conciben al hombre como libre de toda coacción e injerencia estatal, sin intervención de sus libertades políticas (vida, libertad y búsqueda de la felicidad así libertad de culto, de expresión, de comercio, de propiedad, derecho a juicio justo, a libertades de actividad política, etc) . Los derechos de segunda generación son incompatibles, contradictorios y ambiguos con los derechos de primera generación agregando derechos nuevos: derecho al trabajo, a la educación, a la salud, derechos del niño, a la seguridad social, etc.

Los ejemplos de estos falsos derechos de segunda generación o "derechos colectivos" se concretizan universalmente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 desde el artículo 22 al 26. 

DUDH http://www.un.org/es/documents/udhr/

Derechos verdaderos y falsos derechos.

Así como el gobierno fué instituido para proteger a los hombres de que ejercen la coerción criminal, la Constitución fue redactada para proteger a los hombres del gobierno y para la protección del derecho de los hombres. La Declaración de Derechos no fue dirigida contra los ciudadanos, sino contra el gobierno, como una explícita declaración de que los derechos individuales sustituyen todo poder público o social.

Sin embargo constitucionalistas, neoconstitucionalistas y organizaciones internacionales de protección de derechos humanos, sostienen dos tipos de derechos:

1. Derechos de primera generación, como el derecho a la vida, a la integridad personal, a la libertad individual, a la libertad de expresión, a la libertad de reunión, a la igualdad ante la ley, derecho a la propiedad, etc.

2. Derechos de segunda generación, así llamados porque reciben reconocimiento constitucional después de la Primera Guerra Mundial y que se refieren sobre todo a los derechos sociales, como derecho al trabajo, derecho a la salud, derecho a la educación, derecho a la seguridad social, etc.

Un derecho es un principio moral que define y sanciona la libertad de acción de un hombre en un contexto social, ergo:

Los primeros (1) corresponden a los derechos del liberalismo clásico y de la Declaración de la Independencia donde el hombre es libre por derecho. Estos son verdaderos derechos individuales. Un derecho individual es una redundancia conceptual ya que un derecho implica al individuo así como también el derecho solo corresponde al individuo y nunca puede existir un derecho más allá del individuo: vida, libertad (con sus corolarios: libertad de expresión, libertad económica, libertad de credos, libertad de ideologías) y búsqueda de la felicidad (tal como los Founding Fathers declararon la Constitución de Estados Unidos en 1787).

Los segundos (2) son los formados desde la Revolución Francesa hasta el día de hoy, donde la Declaración de los Derechos Humanos lo deja explícito en sus artículos 22 al 26: "derechos colectivos" o falsos derechos individuales, esto es, derechos de segunda generación.

Un derecho colectivizado es una contradicción en términos: el hombre posee derechos que prontamente desposeerá para el bien de otros, así siendo una animal sacrificable para la masa siendo pisoteados sus derechos individuales universales. Un derecho colectivizado es un falso derecho: un grupo no tiene derechos. Cuando un grupo de personas poseen un derecho que excluye al resto es como una pandilla que se agencia concesiones especiales para poder hacer su ley. Un derecho colectivo (o igualitarista) es un derecho donde unos poseen tal derecho, los demás no, donde el derecho vale solo por la superioridad numérica o por el deseo de la mayoría frente a la minoría. La menor minoria es el hombre y únicamente el hombre posee derechos (individuales): conceder derechos a un colectivo es despojar derechos a los hombres así como darle mayor jerarquía y protección a los colectivos. El resultado es que estos llamados "derechos de segunda generación" como derecho al trabajo, derecho a la salud, derecho a una vivienda digna, derecho a la educación tienen un costo: los individuos agencian coercitivamente el derecho de otros así como obligatoriamente reciben servicios que el individuo no pidio ni tampoco entra en constancia con sus derechos de libertad (libertad a educarse de la forma que el desee, libertad de contratar, de escoger un trabajo, de pactar un contrato laboral así como de elegir quienes pueden ingresar o no en el proceso productivo en su empresa bajo parámetros personales, derecho a decidir si abortar o no, derecho a decidir qué drogas utilizar o que no, derecho a disponer de su propiedad como le sea conveniente, es decir, todos los que conforman consecuentemente los derechos de primera generación).

Los efectos de "derechos colectivizados":

-Derecho a la salud: solo por el hecho de existir otros tienen que pagar obligatoriamente por tu salud.

-Derecho a la educación: solo por el hecho que no querer ser ignorante, otros tienen que pagar obligatoriamente para que te eduquen.

-Derecho laboral y seguridad social: solo por el hecho de contratarte, tengo que pagar obligatoriamente costes que no acordamos en un contrato así como mantener la ineptitud.

-Derecho al trabajo: solo por el hecho de existir forzosamente otros tienen que darte trabajo (en este caso, el Estado), etc. 

Conclusiones complementarias

Expuesto lo anterior, no existen derechos individuales de primera y segunda generación y tal separación solo corrompe los derechos del hombre hasta la cotidianidad. Solo existen derechos (individuales).

Las Constituciones de la modernidad son muy parecidas y tienen las mismas contradicciones donde comienzan por derechos de primera generación y prosiguen en derechos de segunda generación, generando un grave conflicto de derechos por su incompatibilidad (luego permitiendo la manipulación de derechos constitucionales para una respectiva generación de leyes arbitrarias).

Los amantes de la libertad así como todo seguidor del liberalismo coherente y laissez faire debe rechazar esos falsos derechos de "segunda generación" producto del igualitarismo revolucionario francés y de procesos estatistas históricos, no solo para una correcta política social sino para un reconocimiento consciente de sus libertades inalienables y universales (ley moral), todo esto mediante un proceso de oposición política que reinvindique los principios liberales del derecho.


Escrito por

Libertaire Limeño

Liberal Republicano, pro-capitalista y seguidor de la filosofía objetivista. Anti-marxista. Solo hay una vía: libertad.


Publicado en

Casa de Naipes

Ensayos y críticas sobre economía, política, filosofía, música, cine, espectáculos entre otros temas. Me reservo el derecho a réplica.